Mr. Roberts es el protagonista de la película "Escala en Hawaii". Interpretado en la gran pantalla por Henry Fonda, que anteriormente también le dio vida en la escena de Broadway, fue siempre un personaje tremendamente entrañable para el actor. "Escala en Hawaii" estaba basada en una obra de teatro que, a su vez, era la adaptación de una novela.
Thomas O. Heggen es el autor de la novela bestseller "Mister Roberts", publicada en 1946. En ella, Douglas Roberts, oficial de navío durante la Segunda Guerra Mundial, defiende a su tripulación de la tiranía de su capitán. Muchas de las acciones tienen lugar en el barco "USS Reluctant", que navega "de la apatía al tedio haciendo ocasionales escalas en la monotonía y el aburrimiento".
Hegen concibió la novela como una sucesión de historias cortas. Gran parte de los incidentes cómicos que aparecen en ella, como el tirar él mismo por la borda la dichosa palmera del capitán, estaban basados en su experiencia real a bordo del USS Virgo, donde Heggen sirvió en el Pacífico Sur como teniente durante la Segunda Guerra Mundial.
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"Mr. Roberts" (1948) se llama también la adaptación al teatro de la novela de Heggen. Una de las más sólidas obras que aparecieron tras la Segunda Guerra Mundial.
En 1947, Henry Fonda se encontraba en Nueva York intentando convencer a su amigo Joshua Logan para que dirigiese una película que el actor iba a interpretar. Pero Logan sólo le hablaba de la comedia teatral que acababa de escribir junto a Thomas Heggen, que iba a ser producida por Leland Hayward y dirigida por él mismo en Broadway. Logan le comentó a Fonda que sentía que no la pudiera interpretar, dado el compromiso cinematográfico que tenía entonces el actor. Aunque Heggen y Logan no lo hablaron en profundidad, ambos tenían en mente a Henry cuando escribieron la obra. No sorprende, pues, que Mr. Roberts posea algunos rasgos familiares del actor. Es amable, sincero y compasivo, un hombre que busca un significado a su vida. En sus deseos de entrar en combate, y en sus continuos desafíos al capitán, despliega el calmado heroísmo de figuras como Wyatt Earp o Abraham Lincoln (personajes que Fonda había llevado a la gran pantalla con gran credibilidad). Mr. Roberts es también un hombre decente que se opone a cualquier clase de tiranía.
A Henry Fonda le encantó el guión. Tanto que pidió a su agente que le librase de su actual compromiso cinematográfico para poder vincularse al proyecto teatral. En él veía una posibilidad de regeneración personal y profesional. En esos momentos, Henry no encontraba en el cine la calidad que hubiera deseado. El escenario, sin embargo, siempre le había ofrecido algo que necesitaba de la interpretación y que no conseguía en la gran pantalla: hacer una caracterización intensa y compleja, esa huída de sí mismo que le había hecho desear ser actor por encima de todas las cosas ("Cuando interpreto me pongo una máscara, y cuando hago esto, ya no me siento tímido o cohibido en absoluto, porque sé que cuando estoy en el escenario, voy a ser divertido, brillante e ingenioso... Voy a ser otra persona que no soy yo en absoluto").
Abandonó Hollywood en el Otoño de 1947 y empezó los ensayos.
La obra de teatro tuvo su premiere en Broadway, en el Alvin Theatre, el 18 de Febrero de 1948. Henry Fonda en el papel protagonista y llevando el uniforme que había traído a casa después de la guerra. El reparto lo completaban David Wayne, Robert Keith y Jocelyn Brando, que reemplazó en el último momento a Eva Marie Saint. Los anuncios del Alvin Theatre de Nueva York proclamaban: "¡Henry Fonda en persona!"
La noche del estreno fue exactamente la clase de experiencia regeneradora que Henry estaba buscando. El público de la noche inaugural estaba entusiasmado, y algunos se pusieron en pie en sus butacas para aplaudir a Fonda. Para el actor fue la noche más excitante de su vida. Al día siguiente, los críticos derrocharon elogios, especialmente para su contenida interpretación. Por fin Henry tenía el éxito teatral con el que había soñado desde sus días en la Omaha Community Playhouse.
"Anoche el público no se fue a casa hasta que Mr. Fonda salió a hablar. Dijo: "Esto es todo lo que Tom y Josh escribieron para nosotros. Si quieren, podemos empezar otra vez". Me quedé por allí un rato, esperando que lo hiciesen"
(John Chapman, "Daily News". 19 Febrero 1948)
(John Chapman, "Daily News". 19 Febrero 1948)
"Como Mr. Roberts, Henry Fonda está ofreciendo una gran interpretación. Actúa con innata simplicidad, mezclando matices de caridad y angustia que no sólo hacen del personaje una persona de verdad, sino que lo más importante, verifica la apasionada devoción masculina de la tripulación"
(William Harkins, "New York World-Telegram". 19 Febrero 1948)
La obra se preparó para un largo recorrido. Enseguida se agotaron las entradas para las representaciones de los dos años siguientes. En la primera mitad de 1951, Henry inició una gira por todo el país con "Mr. Roberts". Seguía cancelando papeles en el cine, esperaba volver a Hollywood, pero decidió quedarse en la obra hasta que finalizó la temporada. Fue un éxito constante que culminó en Los Ángeles, donde la obra estuvo en cartel ante un entusiasta público. El soberbio trabajo de Fonda al frente de la obra fue reconocido con un Premio Tony, al que seguirían otros muchos galardones.
"Él se preocupa. Le importa. No está satisfecho con que las cosas estén simplemente bien. "Simplemente bien" es, para Fonda, un pecado cardinal. Es un crimen contra su religión, el teatro"
(Joshua Logan)
"Mr. Roberts" tuvo más de mil representaciones teatrales. Henry Fonda no se perdió ni una sola, todas ellas de gran éxito. El 4 de Agosto de 1951 fue la última representación. La obra se había mantenido en Broadway durante tres años.
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En Agosto de 1953, el productor de Broadway Leland Hayward vendió los derechos de "Mr. Roberts" a la Warner Bros. Como previas condiciones, Hayward produciría la versión cinematográfica y Logan la dirigiría.
Fonda contaba entonces veinte años más que el personaje de Mr. Roberts. Realmente, no esperaba conseguirlo, a pesar de su obvia identificación con él. El estudio pensaba que se resentiría su interpretación en pantalla al haber estado tanto tiempo en el teatro, lejos del cine. El papel protagonista le fue ofrecido a William Holden, una de las figuras del momento. Pero Holden lo rechazó por considerar que el rol le pertenecía a Fonda y a nadie más. La Warner entonces se lo ofreció a Marlon Brando, de quien se dijo que lo había aceptado.
Por su parte, Joshua Logan había abandonado el proyecto de dirigir la versión cinematográfica tras escribir el guión junto a Frank Nugent. Y apareció en escena John Ford. Ford aseguró que no quería otro actor que no fuera Henry Fonda ("Si él no hace la película, entonces yo tampoco la haré").
Henry no había regresado al cine desde su teatral "Mr. Roberts". Sin ningún ofrecimiento interesante para la gran pantalla, se metió de lleno en otras dos obras: "Point of no return" y "The Caine Moutiny Court Martial". Sin embargo, aunque los productores de esta última intentaron convencerle de que se quedara todo el tiempo que la obra permaneciese en cartel, Henry tenía ante sí la casi seguridad de dar vida a Douglas Roberts en la versión cinematográfica. Para el público, y para el propio Fonda, él y Roberts eran almas gemelas. "Mr. Roberts" era algo que llevaba muy metido en el corazón, un triunfo personal profundamente relacionado con las experiencias emocionales más importantes de su vida.
Dado que John Ford significaba mucho en ese momento en la taquilla, la Warner aceptó. Este triunfo de la lógica sobre lo comercial supuso el renacimiento de Fonda en el cine. El actor, además, estaba magistralmente arropado por dos grandes del cine clásico: James Cagney (el odioso dueño de la palmera) y William Powell (en su última actuación, absolutamente deliciosa, para la gran pantalla). Redondeaban el reparto Ward Bond, Ken Curtis, Patrick Wayne y Harry Carey, Jr. Y también aparecía en esta película Jack Lemmon, entonces un joven actor que se estaba haciendo camino en el cine y que obtuvo por su creación de Pulver nada menos que el Oscar al mejor actor secundario.
La película fue rodada en Hawaii y en la Midway Island. "Araner", el propio yate de John Ford, sirvió de estancia del reparto durante el rodaje. Durante el mismo surgieron desavenencias entre Fonda y Ford. El primero quería respetar al máximo la obra teatral, que consideraba sublime. El segundo quería poner más énfasis en los aspectos cómicos de la obra. Más adelante, Ford tuvo que ausentarse por problemas de salud. El director Mervin LeRoy fue solicitado para terminar la película, ayudándole en esta tarea Joshua Logan. Ambos decidieron respetar por completo el inconfundible estilo de John Ford: combinación de comedia y sentimiento, vigorosa camaradería entre los hombres, nostalgia por un tiempo que se escapa...
El escenario de la película es el Pacífico Sur en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial. Y la acción tiene lugar a bordo de un buque de carga, el "U.S.S. Reluctant". El barco opera en la retaguardia de la guerra y su capitán (James Cagney en uno de sus mejores papeles) es un hombre maleducado, pomposo y aburrido, cuya única señal de compasión es el cuidado que presta a la palmera que tiene en cubierta. Esa palmera se convierte en un símbolo de la frustración de la tripulación, mientras sueñan con volver a casa, con mujeres y otros placeres. Doug Roberts (Henry Fonda), el oficial de carga del "Reluctant", está del lado de sus hombres y hace de parachoques entre ellos y el odioso capitán.
"Escala en Hawaii" tuvo un éxito rotundo en taquilla en su estreno en Nueva York el 14 de Julio de 1955. Además del citado galardón a Lemmon, estuvo nominada a mejor sonido y a mejor película.
Evidentemente, Ford no se equivocó en su elección del actor protagonista. La actuación de Fonda en la pantalla es, sencillamente, magistral. Henry resiste en medio del talentoso reparto con extremo aplomo, y equilibra amabilidad y fuerza, compasión y desprecio, sutil sarcasmo y abierto desafío. Lo había interpretado durante tanto tiempo en la escena que llevaba muy dentro el personaje. El teniente Doug Roberts restituyó en toda su integridad las virtudes de Fonda para la comedia. Incluso añadió a su personaje un nuevo matiz. En la versión teatral, Henry sólo tenía once años más que David Wayne, el actor que interpretaba a Pulver. Ahora era veinte años mayor que Jack Lemmon, homólogo de Wayne en la película. Podía apreciarse la diferencia no tanto en su aspecto como en su carácter. Roberts, aunque lo bastante joven para ser un rebelde y un verdadero amigo para los marineros, también es lo bastante maduro para expresar un aire de adulta autoridad y para ser el mediador y la figura paternal de la tripulación. En la obra y en la película él es el centro sobre el que gira todo lo demás.
"Fonda no parece estar interpretando a Mister Roberts, es Mister Roberts"
(William K. Zinsse, "New York Herald Tribune")
Para un actor que había brillado en el papel teatral durante tres años, no podía ser de otro modo. Comenzaba así con buen pie el retorno de Henry a la gran pantalla, fructífero en películas de calidad y en valiosas interpretaciones. Volvía a estar solicitado como siempre. Era como si no se hubiese marchado.
Para Fonda, el personaje de Mr. Roberts fue siempre muy especial. Por la satisfacción personal que le había aportado en teatro y por la gratificación añadida en la gran pantalla. Su nieto Justin (hijo de Peter) era a menudo invitado por Henry a su casa. Sus amigos de pandilla le preguntaban qué hacía allí y Justin contestaba: "Mirar películas". Cuando los chicos querían saber cuáles, Justin decía: "Escala en Hawaii".
En 1979, cuando Henry Fonda contaba ya 74 años de edad, le dieron un merecido homenaje en el Kennedy Center por toda su carrera como actor. En un momento de la ceremonia, el coro naval cantó para él. Su esposa Shirlee se encontraba a su lado ("En realidad, no pude verle demasiado bien la cara porque estaba un poco detrás de él. Pero su cuerpo era tan expresivo que podía sentir su emoción cuando el coro naval cantó").
Al terminar, un miembro del coro se acercó al micrófono y, dirigiendo a Henry Fonda su saludo, dijo: "Thank you, Mr. Roberts".
8 comentarios:
Buen comienzo, vive Dios. Muy bien contado y muy interesante, este blog promete.
Enhorabuena, seguro que Mr Fonda también te está dando las gracias a tí.
Hola! Está genial. Espero que te vaya bien. Yo también tengo un par de blogs. Si quieres pasarte...
www.rebeca-alasdelibertad.blogspot.com
www-rebeca-todoynada.blogspot.com
Un saludo!
Gracias, Flopy, por tus palabras. Yo también espero que le haya gustado a Mr. Fonda. Un beso.
¡Hola, Rebeca! Me alegra mucho que te asomes también a este blog y, encima, que te haya gustado. Te devolveré la visita, como debe ser. Un saludo.
Interpretarse a si mismo a veces resulta más facil, pero sin desmerecer al protagonista de este blog, me gustaria hacer un pequeño homenaje a quién tuvo que hacer de lo que no era: tirano, déspota,desagradable, etc..., el gran James Cagney, que lo borda y apenas si alguien lo nota, por culpa del protagonismo del protagonista. Como debe ser.
Jack Lemmon estaba en sus comienzos, pero no era novato. Aunque su papel es discreto, se ve claramente que "el final" le está un poco grande. ¿Culpa del guión, o culpa de la actuación de sus compañeros?
¡Qué malos compañeros tuvo!
Me uno a tu homenaje al gran James Cagney. Y lo hago extensible también a William Powell, genial como el médico del barco. Pero creo que en esta película no pasa desapercibido ninguno de los tres actores que arropan a Henry Fonda, todos tienen su perfecto cometido en el argumento. En cuanto a Jack Lemmon, supongo que con este papel, de los primeros de su carrera, se estaba haciendo ya un hueco en la comedia y por eso su personaje tenía esas características.
A mí me parece un reparto redondo. En pocas películas se junta un plantel así. Esto sí que era puro cine.
Un poco tarde, pero con la dicha superbuena, le doy la bienvenida a este blog (aunque me alegra ver que los últimos comentarios son de octubre, lentos de reflejos como el mío).
Yo creo como tú que Jack Lemmon está perfecto, siempre en su rol de secundario, y que raya a la altura que exigen la película y Henry Fonda. En esta opinión me respalda la Academia de Hollywood, aunque todo sea dicho (y a la hemeroteca me remito), no me parece su criterio el más respetable de la Historia del cine.
Me siento además muy identificado con William Holden, porque a mí me pasó lo mismo que a él: 15 años antes, a mí me ofrecieron el papel de Tom Joad, lo cual causó una gran sorpresa en la época pues yo sólo había actuado en pequeños music-halls. Como Holden, yo también lo rechacé humildemente, porque pensé que lo iba a hacer mejor, como luego se demostró, el homenajeado por este blog.
Blog del que intuyo que voy a aprender muchas cosas. Thank you, Mrs. Clementine.
No vi Escala en Haway hasta hace relativamente poco, creo que 3-4 años.
La grabé de algún canal digital, y la verdad no sabía nada de la película, pero me llamo la atención que era de Ford y el gran reparto que tenía.
Me lo pasé de miedo cuando la disfruté, era increíble, a momentos surrealista, con un Lemmon desternillante, y Fonda preguntándole ¿"Pero usted quién es"? ja,ja,ja, pienso en esas escenas y me río mientras escribo.
Recuerdo que el final me dejo aplanado, aunque parece que se intuía...
Una gran película, que debo volver a ver... y amiga, ¡¡Pedazo de post!!
Yo vi por primera vez esta película hace muchos años, Tirador, seguramente en un ciclo que dedicaron los Martes a Henry Fonda, que ya entonces me encantaba. Y luego la volví a ver, y la volví a ver, y la volvi a ver... Y de vez en cuando me la sigo poniendo porque es de mis preferidas de Ford, mi director favorito además.
Ya más tarde me enteré de que era el papel preferido de Fonda con lo que pensé que nada mejor que iniciar este blog sobre él con su personaje más querido. Recopilé información y me salió esta entrada que además le dio nombre al blog.
Y eso es todo, amigo.
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