lunes, 21 de julio de 2014

HANK Y JOHN FORD

A Ford le gustaba su forma de caminar. Le encantaba seguirle. Hubiera sido capaz de mirarle recorrer una calle entera. Su forma de andar era única. En otras palabras, el estilo de Fonda armonizaba a la perfección con el estilo de Ford
(Winston Miller, guionista, productor y actor americano)

“Thank you, Mr. Fonda” cumple hoy su quinto aniversario. Y quién mejor para celebrar semejante efeméride que John Ford, el director que mejor supo entender a Henry Fonda como actor.


A finales de los años 30, Hank ya había aparecido a toda pantalla en títulos como “Contrastes”, “Sólo se vive una vez”, “Jezabel”, “Bloqueo”, “Lobos del norte”, “Tierra de audaces”… La Twentieth Century Fox le ofrecía entonces dar vida a Abraham Lincoln en “El joven Lincoln”. Tras leer el guión, éstas fueron las palabras de Fonda:

“Me parece algo hermoso de verdad, pero no podría interpretar al señor Lincoln. Sería como interpretar a Dios, a Jesús,
o a cualquier otro personaje de ese calibre”

A pesar de ello, Henry llegaba a hacer una prueba maquillado y vestido como Lincoln. Pero seguía sin decidirse a interpretarlo.


Fue entonces cuando la Fox le presentó a John Ford, para entonces toda una leyenda como director. Tras las cámaras desde 1917, Ford contaba ya en su filmografía con títulos tan clásicos como “El caballo de hierro”, “La patrulla perdida”, “El delator”, “María Estuardo”, “La mascota del regimiento” o “La diligencia”. 

Ford le argumentó a Fonda que en esta película no iba a interpretar al Gran Emancipador sino al abogado de Springfield. Cosa que era verdad. Y entonces Fonda aceptó.

Una de las películas fundamentales de John Ford. Un poema irónico y lírico genial
(Ángel Fernández Santos. Diario El País)




Con su magistral composición del ilustre protagonista de “El joven Lincoln” (The young Lincoln, 1939), Henry se confirmaba como el arquetipo del héroe americano. Comenzaba con este título también una más que prometedora amistad con John Ford.

“Se ha dicho que antes de conocer a Ford, Henry Fonda era una estrella pero que después de trabajar juntos la estrella se convirtió en un actor”
(Jane Fonda)

El éxito de “El joven Lincoln” llevaba a Hank a ser dirigido de nuevo por John Ford en su siguiente película para la gran pantalla.

Corazones indomables” (Drums along the Mohawk, 1939) era el primer título en color en la filmografía de John Ford. En su reparto aparecían John Carradine, Ward Bond o Russell Simpson, actores también característicos del cine fordiano.



Henry daba vida en esta historia a Gilbert Martin, un campesino que a principios de la Guerra de la Independencia Norteamericana se establece junto a su mujer Lana (Claudette Colbert) en una zona fronteriza del norte del estado de Nueva York.

“Surgió una simpatía inmediata entre John Ford y mi padre, y su amistad fue creciendo mientras florecía su relación profesional. Iban a pescar en el barco de Ford, el Araner, jugaban a un juego de cartas que llamaban pitch y rodaban películas”
(Jane Fonda)

Y en 1940…

El más impresionante retrato de la depresión que asoló los Estados Unidos en los años treinta viene firmado por la mano maestra de John Ford. Un canto a la solidaridad. Cotidiana, lírica y comprometida, una película inolvidable, necesaria y magistral
(Miguel Ángel Palomo. Diario El País)

…se estrenaba “Las uvas de la ira” (The grapes of wrath, 1940), uno de los más extraordinarios títulos de la historia del cine que estaba basado en la no menos extraordinaria novela homónima de John Steinbeck.




La magnífica interpretación de Henry Fonda como Tom Joad, el protagonista de esta historia, venía maravillosamente arropada por un exquisito reparto que encabezaban nombres como Jane Darwell, John Carradine, Charley Grapewin, Russell Simpson, John Qualen, Ward Bond… 

Pasarían después seis años más y, a lo largo de ellos, otros títulos bajo la dirección de otros directores en la filmografía de Henry tales como “Las tres noches de Eva”, “Seis destinos” o “Incidente en Ox-Bow”, antes de que al actor y a John Ford volviera a reunirles el séptimo arte.

Pasión de los fuertes” (My darling Clementine, 1946) juntaba una vez más las carreras fílmicas de Henry Fonda y John Ford. El resultado era un delicioso western sobre la estancia de Wyatt Earp y sus dos hermanos en Tombstone y su relación con Doc Holliday. Y con los muy temidos Clanton.




Hank daba magistralmente vida en esta historia al personalísimo Wyatt Earp, y era excelentemente secundado por Victor Mature, Cathy Downs, Ward Bond, Linda Darnell, Tim Holt, Jane Darwell, John Ireland… y un extraordinario Walter Brennan.

Tras encarnar a tan mítico personaje, Henry rodaba “Noche eterna”. Y luego, una vez más bajo las órdenes de John Ford…



El fugitivo” (The fugitive, 1947), drama en el que Hank interpretaba a un sacerdote que, enfrentado a un país sudamericano que prohibía la religión, se refugiaba en un país vecino. 

Después, otros dos títulos de menor renombre en la carrera fílmica de Hank…




... tras los cuales él y John Ford volvían a trabajar juntos en “Fort Apache” (Fort Apache, 1948) una delicia de clásico cinematográfico en el que Henry encarnaba con maestría al Teniente Coronel Owen Thursday , acompañándole en el excelente reparto John Wayne, Shirley Temple, Ward Bond, Victor McLaglen o Pedro Armendáriz.

Tras este inmortal título de la gran pantalla, Henry se embarcaba en un proyecto teatral que además de ser su mayor éxito en los escenarios habría de convertirse en su personaje favorito por excelencia. Nos referimos, por supuesto, a “Mr. Roberts”. 



Personaje que más adelante se asomaba a toda pantalla, magistralmente encarnado por el propio Fonda, en “Escala en Hawai” (Mister Roberts, 1955), la película que iba a ser el último trabajo de Hank a las órdenes de John Ford. 


A Fonda le acompañaban en este entrañable título actores de la talla de Jack Lemmon, James Cagney o William Powell. Ahí es nada.

Henry y John, Ford y Fonda. Siete trabajos conjuntos, siete clásicos de la gran pantalla, siete grandes huellas cinematográficas.



“¿Usted ha visto caminar a Henry Fonda? Pues eso es el cine”
(JOHN FORD)