domingo, 21 de julio de 2013

HANK Y JANE

“Como la mayoría de la gente interesante, estaba lleno de contradicciones. ¿Por qué un hombre vergonzoso como él eligió una profesión que le ponía en candelero? ¿Y por qué era tan feliz actuando en directo para el público?”
(Jane Fonda)

Thank you, Mr. Fonda cumple hoy su cuarto aniversario. Y Jane ha querido acercarse por aquí para celebrar con su padre, y con todos nosotros, semejante acontecimiento.


Cuando Henry Fonda era elegido para protagonizar “Jezabel”, Frances, por aquel entonces su esposa, se encontraba esperando el primer hijo de ambos. Henry decidía así añadir a su contrato de rodaje una claúsula que le permitiera ausentarse temporalmente del mismo en caso de que llegara antes de finalizar la película el feliz alumbramiento. Jane venía al mundo el 21 de diciembre de 1937, sí, en pleno rodaje de “Jezabel”, y Henry asistía a su nacimiento gracias a esa cláusula añadida en su contrato.  

El segundo nombre de Henry era Jaynes, nombre que también llevaba la abuela materna de la recién nacida así como una de las dos hermanas de Henry. Así que la pequeña fue llamada al nacer Jayne, si bien pasaba pronto a ser conocida como Lady Jane, más que distinguido nombre que lucía incluso en las etiquetas de sus prendas de vestir.

Henry adoraba a su primogénita, a la que enseñó a nadar con tan sólo dos años de edad en la piscina de su casa…



Y Jane era la sombra de Henry. Si no tenía su atención, hacía lo imposible por conseguirla.

La madre de Jane la vestía como una muñeca pero la pequeña sólo se sentía a gusto cuando iba vestida como su padre.

“Ella quería ser como yo. A los cinco años montaba mis caballos y me ayudaba a arar el huerto. Era muy masculina. Creía que se le pasaría cuando fuera al colegio y empezara a  interesarse por los chicos. Pero lo que ocurrió entonces fue que se dedicó aún más a los caballos. Una vez le dije: ‘Creo que terminarás casándote con un caballo’”



La niña elegía tejanos y camisas a cuadros de franela y se hacía coletas. También imitaba la peculiar forma de caminar de su padre, cargando el peso sobre los talones, avanzando hacia delante la cintura y dando, igual que él, grandes zancadas.


Ya en 1955, tras el estreno de “Escala en Hawai”, Henry aceptaba un nuevo rodaje, ”Guerra y paz”. Pero antes, su hermana Harriet le convencía para protagonizar junto a la también actriz Dorothy McGuire unas representaciones benéficas para el teatro comunitario de Omaha, la ciudad natal del actor.



Harriet le pedía también a su sobrina Jane que participara en dichas representaciones, convirtiéndose así “The country girl”, obra de Clifford Odets, en su debut teatral en el que compartía además cartel con Henry, quien quedaba realmente impresionado con la primera actuación en público de su hija.

Un año después, Henry y Jane volvían a coincidir en la representación teatral de “The male animal”. Y de nuevo Henry se sentía orgulloso de ella.






A lo largo de su carrera como actriz, Jane siguió siempre a rajatabla los métodos del Actor’s Studio. Todo lo contrario que Henry, quien era partidario de la interpretación natural e instintiva. Y aunque cada uno de ellos fue siempre fiel a sus propios principios en cuanto a la interpretación no dejaron nunca de respetar la manera de proceder del otro.



“Cuando era joven, miraba a mi padre en la pantalla y pensaba: ‘No está actuando’. Ahora me doy cuenta de lo difícil que es conseguir eso. Aunque nunca lo consideró como un método, mi padre se guiaba por sus experiencias”





Más adelante, durante la guerra de Vietnam, Jane adoptaba una radical postura. Henry había sido siempre muy liberal en temas sociales y no era en absoluto partidario de la guerra, pero tampoco comprendía el radicalismo de la generación de sus hijos. 





Aún así, en 1973 Hank refería lo siguiente: “No he dicho mucho sobre Jane antes, y me molesta que la gente espere que yo la critique. El suyo no es mi estilo de vida ni mi modo exacto de pensar. Pero la quiero y respeto su derecho a decir lo que dice”.




En 1981 Jane y Henry rodaban su única película juntos, “En el estanque dorado”, una preciosa historia en la que daban vida a un padre y a una hija con problemas de comunicación en su relación personal. Ellos dos no eran exactamente los personajes que interpretaban pero sí había muchas semejanzas y la película les acercó el uno al otro de manera especial. Hank recibía además por su maravilloso trabajo el Oscar al mejor actor, galardón que recogía en su nombre Jane por encontrarse ya Henry muy débil del corazón.


Y el 20 de mayo de 2005, coincidiendo con el centenario del nacimiento de Henry Fonda, era incluído su sello postal en “The Legends of Hollywood”, serie de sellos conmemorativos expedidos por el Servicio Postal Americano.




“No importaba que no fuera un hombre perfecto o un padre perfecto y que cometiera errores, cosa que nunca trató de negar. Uno no puedo serlo todo para todos. Su papel fue ser una leyenda americana. Y eso ya es bastante para toda una vida”

(JANE FONDA)

2 comentarios:

Alicia dijo...

Felicidades Clementine. Siempre me asombro de tus aniversarios, así que esta vez tb: ¡¡¡4 años ya!!!
Preciosas fotografías, se nota que a Hank se le caía la baba con su niña.
Y el post muy interesante, te deja con ganas de más,

Besos y que cumplas muuuchos más

Clementine dijo...

Muchas gracias, Alicia. Pues aún tengo que seguir con más, aún tengo que hablar de Henry y su familia, es decir, también con Peter. Y eso será también muy interesante porque Peter, Jane y Hank han sido tres personajes muy, muy personales y muy, muy independientes, haciendo cada uno lo que ha visto mejor en cada momento y distanciándose bastante entre ellos por ese motivo. Aún así, consiguieron al final unirse. A mí me parece precioso así que ya lo contaré por aquí, ya... Besos.