“Una
experiencia que nunca olvidó le ocurrió cuando tenía sólo catorce años. Su
padre le llevó a la plaza del Ayuntamiento. Un joven negro había sido acusado
de violación y la multitud le sacó de su calabozo gritándole y maldiciéndole, y
le lincharon colgándole de una farola. Recuerdo que mi padre nos contó: ‘Lo
cosieron a balas y arrastraron su cuerpo por las calles’. Mi abuelo no le dijo
nada a Henry, no necesitaba hacerlo. No es sorprendente que 20 años después mi
padre presionase tanto para rodar ‘Incidente en Ox-Bow’”
(Jane
Fonda)
A
las manos del director americano William A. Wellman llegaba, a principios de
los años 40, “The Ox-Bow Incident”...
“La
novela, escrita en 1940 por Walter Van Tilburg Clark, me había entusiasmado.
Volví a casa con mi mujer, le pedí que se sentara y le leí el mamotreto entero.
De un tirón.
De principio a fin. En mi entusiasmo dije: ‘¡Será mi mejor
película!’”
Una
vez adquiridos los derechos de adaptación a la gran pantalla de esta novela,
Wellman le hablaba a Henry Fonda de su proyecto.
“Bill
Wellman y yo siempre quisimos rodar ‘Incidente en Ox-Bow’. Y nadie nos hacía
caso, supongo que a nadie le interesaba. Hoy día se la considera uno de los
clásicos menores.
Pero es una de las películas de las que estoy orgulloso”
Pero es una de las películas de las que estoy orgulloso”
Con
un ya acabado guión que firmaba Lamar Trotti, Hank y Wellman intentaron
convencer entonces al productor estadounidense Darryl F. Zanuck, quien se
mostró en un principio reacio a aceptar este proyecto por no considerarlo probable
de éxito al tratar el lado más oscuro del Lejano Oeste. Finalmente, Zanuck acordó
con Wellman llevarlo a cabo si éste aceptaba dirigir para el productor un
pequeño grupo de películas más comerciales. Y así se cerró el trato.
“Incidente
en Ox-Bow” inspiraba su historia en un
hecho real, acontecido en el estado de Nevada en 1885, en el cual un pelotón de
linchamiento colgó sin más a tres hombres inocentes por el supuesto asesinato
de un ranchero.
El
personaje que elegía interpretar Henry Fonda en esta historia no era el
cabecilla de los cuatreros ni el coronel sudista, sino Gil Carter, un forastero
que aparecía esporádicamente en el pueblo y que, poco a poco, iba tomando
conciencia de la grave situación.
Henry
acababa de rodar “El sargento inmortal”, título producido también por la Twentieth
Century Fox que contaba, como “Incidente en Ox-Bow”, con un guión de Lamar
Trotti y con una fotografia en blanco y negro de Arthur C. Miller. Tras
aparecer a toda pantalla como Gil Carter, Hank rodaría “Pasión de los fuertes”,
también de la Twentieth Century Fox y también, como “Incidente en Ox-Bow”, con
la música de Cyril J. Mockridge en su banda sonora.
“'The
Ox-Bow incident’ tiene una fuerza emocional que no disminuye con el paso del
tiempo. Hoy sigue siendo la mejor denuncia contra el linchamiento jamás hecha.
Una ardiente denuncia de la violencia de las multitudes y una honesta
descripción de los crudos valores fronterizos, aligerada con algunas figuras
decentes y compasivas…
…
Fonda es una de ellas, y resulta tanto más creíble porque es un simple cowboy,
tan adicto al alcohol y a las peleas como cualquiera de su clase, pero aún así
puede ver la diferencia entre el bien y el mal. Como en ‘Las uvas de la ira’,
Hank se mezcla admirablemente en el conjunto”
(José
de Diego, “Henry Fonda, el héroe infeliz”)
Completaban
el excelente reparto de “Incidente en Ox-Bow” nombres de la talla de Harry
Morgan, Harry Davenport, Victor Kilian, Anthony
Quinn, Francis Ford, Dana Andrews, Frank Conroy… Y Jane Darwell, maravillosa y
entrañable actriz que había ya coincidido anteriormente con Henry Fonda en
“Tierra de audaces”, “Las uvas de la ira” y “Chad Hanna” y volvería a hacerlo
tras “Incidente en Ox-Bow” en la mítica “Pasión de los fuertes”.
Producida
por Lamar Trotti y William Goetz para la Twentieth Century Fox, “Incidente en
Ox-Bow” (The Ox-Bow incident) era estrenada en Nueva York el 8 de mayo de 1943.
Nominada al Oscar como mejor película, tan sólo recaudó 750.000 dólares en su
estreno en los Estados Unidos. Hoy es todo un clásico de la historia del cine.
“La
condena de la violencia de las masas está contenida en la lectura que efectúa
mi padre de la última carta del hombre linchado a su esposa. Ese mensaje tan
poderoso es un eco de la infancia de mi padre que aparecerá una y otra vez en
muchas de sus películas más famosas”
(Jane
Fonda)
En
la ya mítica escena de la lectura de la carta por Henry, Wellman quería “que
Harry Morgan apareciera en primer plano ocultando así los ojos de Henry Fonda,
del que sólo vemos la boca. Nada más. Un actor cualquiera se hubiera opuesto a
la idea, pero yo pude dirigir la escena como quería, y el resultado es notable.
Así todo el mundo puede seguir la lectura de esa carta trágica de la manera más
sencilla y más natural”.
“Un
hombre no puede tomarse la justicia por sus manos sin herir gravemente la
conciencia de la humanidad, porque entonces no es que infrinja una ley sino
todas las leyes… No puede existir lo que llaman civilización si los hombres no
tienen conciencia”
(Fragmento
de la carta leída por GIL CARTER en “Incidente en Ox-Bow”)
2 comentarios:
Vaya historia... Ruégole a su señoría el préstamo de la susodicha película, la cual no tiene memoria de haber visto.
Mola Hank..
Pues sí, vaya historia... Prestarétela, Alicia, la película, digo, si me acompaña a mí la memoria.
Hank mola mucho...
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