Henry Fonda y John Carradine coincidían por
vez primera en la gran pantalla en “Tierra de audaces” (1939), clásico por
derecho propio de la historia del cine donde, bajo la sabia dirección de Henry
King y un excelente guión de Nunnally Johnson, se nos presentaba a los
legendarios hermanos James, Jesse y Frank, magníficamente interpretados,
respectivamente, por Tyrone Power y Henry Fonda. John Carradine nos regalaba en
esta película su genuina composición del malvado y cobarde Bob Ford.
Ese mismo año de 1939, dirigidos esta vez por
la mano maestra de John Ford, Hank y Carradine volvían a compartir rodaje en
“Corazones indomables”, cuya historia estaba basada en “Drums along the
Mohawk”, novela escrita en 1936 por el autor neoyorkino Walter D. Edmonds. Henry
interpretaba a Gilbert Martin, el protagonista, y Carradine daba vida a
Caldwell, personaje ligeramente inspirado en uno real.
Henry Fonda, como Tom Joad, y John Carradine,
como Casy, nos ofrecían en 1940, extraordinariamente dirigidos de nuevo por John
Ford, “Las uvas de la ira”, magistral película que nos llegaba a través de un excepcional
guión de Nunnally Johnson basado en la maravillosa novela homónima de John
Steinbeck. Dos memorables interpretaciones las de Fonda y Carradine entre un
reparto de auténtico lujo.
Hank y John volvían a compartir cartel en
1940, de nuevo como Frank James y Bob Ford, respectivamente, pero esta vez
dirigidos por Fritz Lang y con un guión escrito por Sam Hellman, en “La
venganza de Frank James”.
Y en ese mismo año de 1940, Henry Fonda y
John Carradine daban vida, respectivamente, a Chad Hanna y B.D. Bisbee en “Chad Hanna”,
nuevamente dirigidos por Henry King y a través de una guión también firmado por
Nunnally Johnson y basado, de nuevo, en una novela de Walter D. Edmonds.
Cinco clásicos de la gran pantalla. Y dos
grandes actores, dos estilos de interpretación, dos carismáticas
personalidades. Y dos auténticas leyendas de la historia del cine.
2 comentarios:
Fíjate, 5 veces juntos, y con Katherine no coincidió hasta los ochentaytantos (no sé por qué, pero lo he asociado...)
Yo tampoco sé por qué lo has asociado, Alicia, pero sí, es muy curioso que no coincidieran Fonda y Hepburn en sus carreras, los dos grandes estrellas y seguro que con química, como ya demostraron en ese maravilloso estanque dorado.
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